Ayer estuve todo el santo día
conectado a mi móvil con dos cargadores inalámbricos en mi bandolera por si se
terminaba la batería y no podía seguir todo y cuanto sucedía en Madrid, en el
Comité Federal del PSOE. Cada noticia que me llegaba creo que era peor, las
pocas buenas, los medios de comunicación pronto las desdecían.
No me da ninguna vergüenza decir
que ayer a finales de la tarde exploté a llorar. No sé si de rabia, enfado,
tristeza, vergüenza o impotencia. O, tal vez, todo junto. Como soy una persona
que confía en los demás y siempre me gustar pensar en la parte positiva, quería
creer que ayer los miembros del Comité Federal del PSOE, al entrar a Ferraz, se
sentarían con tranquilidad, respirarían, se mirarían unos a otros a las caras y
pensarían en los que estábamos de puertas a fuera. Pero no. Solo se miraron
ellos y pensaron en ellos.
Un espectáculo deplorable. Cada
cual interpretaba el reglamento del PSOE a su antojo y conveniencia, se sacaban
de la manga órdenes del día diferentes, votaciones improvisadas, mociones de
censura como si de echar a un traidor se tratase, debates estériles… 12 horas
duró. Pero nadie pensó en los de fuera.
Finalmente, prosperó una
votación. La que hizo dimitir a nuestro Secretario General, Pedro Sánchez. Ahora,
el PSOE, tendrá una gestora. Será la encargada de dirigir el partido hasta el
próximo Congreso, para el que se convocará a toda la militancia a votar quién
será nuestro próximo Secretario general.
Veremos ahora cómo afrontamos en
el Congreso de los Diputados la gobernabilidad de España. Lo tenemos más
difícil que antes, si cabe… Las posibilidades de ser alternativa al PP se han
esfumado. Solo nos queda mantener el NO,
en caso de que Rajoy vuelva a presentarse,
o abstenernos, cosa que nos haría un flaco favor. Quienes lleven ahora
la voz cantante en el PSOE decidirán. No puedo pedirles que escuchen a las
bases, porque ya nos han desoído.
Han dejado un PSOE herido,
maltrecho, sin fuerza y, lo peor, sin ilusión. Que nadie olvide, que el PSOE
tiene más de 130 años de historia gracias a sus bases (militantes y
simpatizantes), personas que desde sus inicios lucharon, trabajaron e incluso
murieron por unas ideas y unas siglas, por una sociedad libre, justa y
solidaria. Siempre al lado de los trabajadores, los más necesitados y los
indefensos.
Hoy la base está tambaleándose,
triste, sin aliento, decepcionada y desilusionada. Tras lo sucedido ayer,
muchos están pensando dejar su propio partido, el de sus padres, el de sus
abuelos… Pero desde aquí, con ese hilo de positivismo que me queda, quiero
decirles esa frase que tanto se ha puesto de moda: SEAMOS FUERTES,
RESISTAMOS!!! Aún tenemos en nuestras manos el reconducir PSOE. Pronto vendrá
congreso, tendremos en nuestras manos la fuerza de decisión de quién será
nuestro próximo Secretario General. Y es ahí, donde deberemos demostrar nuestra
fuerza, nuestra ilusión y nuestras ganas de volver a construir un PARTIDO
SOCIALISTA OBRERO ESPAÑOL más fuerte y más de izquierdas.
Por último, me gustaría tener
unas palabras de agradecimiento al que ha sido mi Secretario General, Pedro
Sánchez. GRACIAS Pedro por escuchar y creer en los militantes, simpatizantes y
votantes. Gracias por tu coherencia, por tu entereza y por intentar luchar
hasta el final por nosotros. Eres un gran activo del PSOE. Espero que ahora
descanses, reflexiones, pero lo que te pido es que no nos dejes solos ni nos
abandones. Esto no es un punto y final. Esto es un punto y seguido de la
historia del PARTIDO SOCIALISTA OBRERO ESPAÑOL.
GRACIAS de corazón Pedro.
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