martes, 26 de agosto de 2014

PROBLEMAS EN LA AGRICULTURA


Me indigna estas visitas exprés de altos mandatarios europeos que sólo se reúnen o realizan visitas oficiales para pactar o acordar cargos políticos. Y más, cuando hay que hacer otro tipo de pactos como el del empleo o tratar otro tipo de conflictos.

Pertenezco a un pueblo pequeño en el que la mayoría de la gente se dedica y vive de la agricultura. Cuando voy por la calle o por el bar las conversaciones son las mismas “no he cobrado las naranjas”, “el precio va muy bajo”, “no cubro ni los gastos”, “se me comen las derramas”, “al final arrancaré los naranjos”… Y así un largo etcétera nada positivo ni halagüeño.

La provincia de Valencia somos líderes de España en número de robos, en tan sólo 5 meses se han dado alrededor de 1195 infracciones en el campo por hurto de productos agrícolas, material o herramientas y maquinaria. ¿Soluciones? Pocas o ningunas…

La sequía por escasas precipitaciones ha causado en la Comunidad Valenciana unas pérdidas en el campo de más de 340 millones de euros, de los cuales 240 millones son cítricos. La cosecha de cereal ha sido penosa yéndose al traste, los almendros y los olivos han expulsado sus frutos y muchos árboles han muerto, la naranja estaba partida, la fruta se cosechaba con un tamaño reducido y poco rentable… Además, los embalses de la Comunidad Valenciana se encuentran a un escaso 40%. Esto supone una baja calidad de la producción, el aumento del coste energético, llegadas de plagas, pérdida de árboles… Un auténtico quebradero de cabeza para los trabajadores del campo. ¿Ayudas o soluciones? Pocas o ninguna…

Faltaba el veto Ruso al mercado agrícola español y,  por lo que nos afecta, al valenciano. Según fuentes de los sindicatos agrarios en 2012 la facturación con el mercado ruso supuso alrededor de 47 millones de euros y, en 2013, unos 67 millones (38 millones en cítricos, 16 en caquis y 13 en granadas). ¿Qué sucederá si no se pone solución a este conflicto? Que los agricultores valencianos no solo perderán esta cuota de mercado que les producirá excedentes, sino que además, perderán las ayudas destinadas a esta producción. ¿Solución? Hasta el momento ninguna. Y no será por falta de oportunidades…

A esto se le une el problema de las derramas de los pozos de riego que tanto están dando que hablar en Pedralba a los agricultores. Otro tema que urge solución.


Los agricultores lo están pasando mal, y cuando un agricultor lo pasa mal, supone un malestar económico y anímico en la familia. Y cuando muchas familias lo pasan mal, un pueblo se siente resentido. Hay que poner soluciones, hay que hablar con agricultores, dirigentes de cooperativas y sociedades de riegos, sindicatos agrarios y políticos para encontrar soluciones a estos problemas o, cuanto menos, a corto plazo puedan reducirlos. 

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