Hoy me dispongo a escribir sobre el viaje a Bosmie que realizamos un grupo de pedralbinas y pedralbinos con motivo de los festejos del 20 aniversario del hermanamiento entre estos dos pueblos.
Partimos 2 autobuses desde la Trilladora a las 10 de la noche, el viaje se prometía largo y pesado (sobre todo para los que nunca hemos hecho este trayecto). Nos esperaban por delante 14 horas de carretera. Al comienzo en el autobús, todos íbamos hablando, comentando nuestras cosas, veíamos películas para ver si nos entraba el sueño... Al final, conseguí dormirme. La verdad que casi ni me enteré del viaje (señal de que tengo buen dormir).
Pronto amanecía y ya estábamos en territorio francés. Un paisaje totalmente diferente al de nuestra tierra. Podíamos ver todas las montañas verdes, hçumedas por la lluvia. Las vacas, obejas y alguna que otra gallina campaban a sus anchas por ahí. Pueblos en mitad de las montañas, casas con tejado de pizarra unas separadas de otras y con cercos ajardinados. Una preciosidad.
Llegaba el momento y me intrigaba saber como sería nuestro pueblo hermano. Una señal nos indicó que ya estábamos cerca. y llegó el momento. QUÉ RECIBIMIENTO!!!
A la entrada del pueblo veíamos todo un puente adornado con los colores de la bandera española, organizadores cortando el tráfico, todo el pueblo nos esperaba y saludaba. Al bajar del autobús nos recibieron con un fuerte aplauso y por las calles del pueblo sonaba el pasodoble "Valencia". Nunca había visto nada igual!!
Nos presentaron a nuestras familias, donde nosotros nos hospedaríamos durante nuestra estancia en Bosmie. Al principio todos estábamos tímidos, pero poco a poco nos fuimos conociendo.
Tengo que decir que la familia que me acogió era de 10, unas personas amables, simpáticas y atentas. Daban todo cuanto tenían con la mayor ilusión y el buen hacer. Creo que nunca les voy a olbidar.
Tuvimos una gran cantidad de actos y actividades que nos habían preparado, todo a lo grande, no escatimaron en gastos ni esfuerzos. Una pasada!!
Los actos estuvieron acompañados en todo momento por música, concretamente por la asociación Cultural La Democrática de Pedralba. Disfrutamos tocando al igual que nuestros hermanos franceses disfrutaron de nuestra música.
Me encantó el pueblo de Bosmie. Un pueblo pequeño, pero acogedor, no le faltaba de nada. Bueno si, algún que otro bar más. Solo había uno para toda la población.
Las casas eran preciosas, todas cercadas con un gran jardín. La mayoría de ella separadas, teníamos que coger el coche para visitar a otras familias. A quello, para la gente que trabaje cerca, es calidad de vida. Rodeados de verde y montañas, sin problemas de tráfico y ruido.
Llegó el momento de la despedida, el viaje se hizo corto, me dolió mucho despedirme de quien para mí ya son como unos más de la familia. En poco tiempo consiguieron conquistarme.
Seguro que me dejo muchas cosas por contar, pero aún así, ni con palabras puedo describir este viaje. Hay que vivirlo para saberlo!!
Andoni León