viernes, 20 de agosto de 2021

El ostracismo: el óstrakon como soporte de escritura


Hoy voy a escribir un artículo que combina a la perfección mis estudios (Grado en Información y Documentación) con mi hobby (la política). Un artículo que habla sobre un tipo de soporte de escritura de la historia.

Quizás alguna vez hayáis escuchado la palabra “ostracismo”. Según la Real Academia de Española de la Lengua tiene dos acepciones “1. m. Entre los antiguos atenienses, destierro político. 2. m. Apartamiento de cualquier responsabilidad o función política o social.”.

La palabra proviene del griego “ostrakismos”. Así se llamaba a la pena de destierro en la Antigua Grecia. La ley de ostracismo fue decretada en Atenas en 510 a. C. por Clístenes, el cual fue un legislador ateniense que consiguió encauzar la ciudad hacia la democracia (los griegos fueron pioneros en aplicar la democracia).

Clístenes fue gobernante durante la Tiranía de Hipias. En 514 a. C. al ser asesinado el hermano de Hipias, su gobierno se radicalizó y aumentaron las represiones. Esta radicalización provocó un cambio de actitud popular y aristocrática. Los espartanos asediaron la Acrópolis y desterraron a Hipias (510 a.C.).

Para evitar el retorno de cualquier tiranía, Clístenes creó la institución del ostracismo. El nombre viene del modo en que se votaba, puesto que los nombres de las personas que se querían desterrar se inscribían con un punzón sobre un óstrakon.

El término “óstrakon” designa los trozos de cerámica que se utilizaban como borradores para aprender a escribir. Significa “teja” o “trozo de vasija”. En general, trozos cóncavos con forma de concha. En ellos se escribía el nombre de los ciudadanos que serían desterrados tras la votación.




Estas votaciones se realizaban al pie de la colina en Kerameicos, donde se ubicaba el barrio del gremio de alfareros de Atenas. Allí los artesanos arrojaban los trozos defectuosos de cerámica.


El exilio no era permanente. El exiliado no perdía sus derechos como ciudadano. Además, podía ser perdonado por una nueva votación de esta asamblea. La persona que hubiera obtenido el mayor número de votos debía de abandonar la ciudad durante 10 años, siempre y cuando se hubiera llegada al quórum mínimo exigido, que se cifraba en 6000 personas.

Así pues, el óstrakon ha pasado a la historia como un tipo de soporte de escritura que, además, también fue utilizado en el Antiguo Egipto, sobre todo por los aprendices de escriba, los cuales esbozaban en estos trozos cerámicos dibujos y textos debido al elevado coste del papiro en aquella época.