Últimamente está de moda el tema
de “la despoblación en los pueblos de interior”. Tanto es así que hasta la
Generalitat Valenciana ha creado un plan de emergencias para más de 200 pueblos
afectados por la despoblación.
Y, la verdad, que no es para
menos. Pues los pueblos rurales del interior estamos abocados a sufrir cada vez
un mayor número de personas que se van a la ciudad por motivos laborales o por
la falta de servicios que los municipios prestan, desde transporte, sanidad y
educación hasta servicios mismos que puedan prestar los bancos.
Y en este último punto de los
bancos me quiero detener, pues es, entre otros,
uno de los temas más candentes en Pedralba.
Pedralba, municipio rural de unos
2.800 habitantes disponía de 2 bancos: Cajamar y Bankia. Este último decidió
cerrar sus puertas y no prestar más servicios a sus clientes del pueblo y
pueblos vecinos de Bugarra y Gestalgar. Además, no llegó a ningún acuerdo con
el Ayuntamiento de Pedralba para colocar un cajero que, por lo menos, pudiese
dar servicios básicos a sus clientes.
Es así como Pedralba se queda con
un solo banco: Cajamar. Compuesto por 3-4 empleados. Los cuales deben atender
las necesidades de la gran mayoría de pedralbinos y pedralbinas, además de
personas de Bugarra y Gestalgar que, por cercanía, hacen sus gestiones
económicas en este banco.
Cajamar tomó la decisión de reducir
sus servicios, dejando tan sólo una persona que atendiese las operaciones con
dinero en efectivo, fuesen ingresos, pagos o sacar dinero. Y tanto es así que
dejó el resto de ordenadores de los trabajadores sin funciones para ello.
Más tarde, decide restringir el
horario (como el resto de bancos de los grandes municipios) para atención en
caja. Pues todos nos podemos imaginar las colas que se hacen en el banco para
realizar cualquier tipo de operación que conlleve dinero en efectivo.
Para paliar la situación, algo
positivo, Cajamar instala un cajero con el que se puede ingresar, sacar dinero
o realizar pagos. Que está muy bien, ya que las personas más jóvenes y las más
desenvueltas pueden realizar ahí sus operaciones sin necesidad de hacer cola.
Aún así hay que decir que la cola perdura, ya que Pedralba tiene una gran
cantidad de personas mayores que no saben manejarse con el cajero. Pero bueno,
siempre es positivo que haya más servicios. Y menos mal que hoy en día existe
la banca electrónica…
El cajero se estropeó el
miércoles de la semana pasada. Y ha estado inoperativo hasta ayer lunes. Es
decir, 5 días con un fin de semana de por medio sin servicio. Esto ha hecho que
los clientes que precisaban dinero o realizar cualquier operación hayan tenido
que desplazarse hasta Llíria para poder realizar los servicios. Esto significa
tengan que perder tiempo y dinero en desplazarse. ¿Acaso Cajamar no tiene un
servicio de reparación para subsanar averías? ¿Va Cajamar a indemnizar a los
clientes que puedan justificar su desplazamiento? La respuesta nos la podemos imaginar.
A todo ello añadir, que esta
publicación no va contra los trabajadores de Cajamar Pedralba, pues a ellos los
considero unos profesionales que realizan su trabajo de la mejor manera
posible. Pero sí pretendo dar un toque de atención al Grupo Cooperativo Cajamar
para que entienda la situación de los municipios pequeños y sea un poco más
sensible. Porque no “pierde dinero prestando más servicios”, sino que sus
ingresos pudieran ser menores. Pero al menos tendría contentos a todos sus clientes.