Ya, una vez pasadas las elecciones de Cataluña, creo que es el momento de hacer auto-crítica como militante del PSOE.
Tengo que decir que NO estoy contento con mi partido, las cosas no se han ni se están haciendo bien, de ahí que no sea una sorpresa los malos resultados electorales que hemos venido obteniendo cita electoral tras cita electoral. Y si los socialistas, los militantes, dirigentes y cargos públicos del PSOE no somos capaces de cambiar la situación terminaremos siendo un partido sin opción de gobierno.
Es el momento de no lamentarse de los resultados, sino de analizarlos, analizar por qué la gente ha dejado de confiar y creer en nosotros. No puede ser que perdamos unas elecciones y nos quedemos con la típica frase de "es el momento de reflexionar". ES EL MOMENTO DE ACTUAR.
En mi opinión, se comienza reconociendo los errores y, ¿por qué no?, pedir disculpas. No es una bajeza, es una acción que nos honrará como políticos y como personas. Porque no debemos olvidar que los políticos, con cargo o sin él, somos personas normales, que fuera de la vida política hay más vida, familia, amigos, fiestas, aficiones... Lo único que nos diferencia es la responsabilidad que tenemos de ser los representantes y gestores del pueblo. Y lo somos o seremos porque cada uno de nosotros libremente lo hemos querido. La persona que no está por devoción será un mal político y arrastrará a los suyos al fracaso.
La política te la tienes que creer, si no crees, difícilmente podrás ser un buen representante del pueblo.
Una de las cosas más importantes es creer en lo que haces, si haces algo en lo que no crees saldrá mal, y lo peor de todo, no sabrás dar explicaciones al ciudadano. Partiendo de esta premisa, creo que cometimos el peor de los errores en el PSOE en la segunda legislatura de José Luís Rodríguez Zapatero. No voy a entrar en si reconocimos o no la crisis a tiempo, sino en las medidas que pusimos en marcha para tratar de paliar la crisis económica. Somos un partido de IZQUIERDAS y, como tal, deberíamos haber aplicado medidas de izquierdas. Y si desde Europa nos obligaban a tomar medidas que poco tenían y tienen que ver con nuestros ideales, creo que lo mejor hubiese sido decir "señores, no podemos continuar aplicando nuestro programa, convocamos elecciones". No hubiera sido un error, ya que nos hubiésemos vuelto a presentar a unas elecciones con un programa con medidas de izquierdas para paliar la crisis y, en caso de salir elegidos, nuestras medidas estarían refrendadas por la mayoría de los españoles.
Y otra de las cosas que hay que hacer es ser atrevidos. Si realmente queremos cambiar algo hay que hacerlo, porque luego podemos arrepentirnos de no haberlo hecho. Y es más, se nos puede volver en contra. Puede ser el caso de quitar privilegios a la iglesia, cambio de la Ley Electoral, desahucios...
Alfredo Pérez Rubalcaba ha prestado un gran servicio a España y al PSOE. Creo que es uno de los mejores políticos que tiene España. Se prestó para concurrir a unas elecciones generales de las que sabíamos de antemano que no íbamos a poder ganar. Ahora bien, ¿debía haberse presentado como Candidato a la Secretaría General del PSOE? En mi opinión, totalmente no. Creo que cada persona debe saber cuando dejar su responsabilidad porque ya no es la persona adecuada para guiar el barco. No hablo de que lo abandone, todos somos necesarios, pero otra persona joven, con ganas, con nuevas ideas hubiese sido lo adecuado para el PSOE.
Hablo de REGENERACIÓN, con mayúsculas. No podemos a lo largo y ancho de toda España en todas las autonomías estar realizando congresos donde lo único que hacemos es poner al mismo perro con distinto collar y en muchas ocasiones terminar divididos. Hay que darle más importancia a las ideas y al proyecto. Y como no, que nuestros dirigentes los elijan todos los militantes del PSOE y nuestros candidatos unas primarias donde demos la voz también a la calle.
Tenemos que ser un partido joven, con dirigentes jóvenes y escuchando a los jóvenes.
Todo esto, es lo que hace que la gente deje de confiar en nosotros y que hasta los mismos militantes socialistas caigamos en el desánimo.
Sinceramente, como socialista y como militante socialista, estoy defraudado con el PSOE y con los actuales dirigentes. Para que no hayan confusiones, esto no me va a hacer irme de este partido, soy socialista y lo seré, pero que no quepa duda que me dejaré la piel por hacer todo lo posible para que este partido vuelva a ser un referente para la sociedad, porque cuando pierde el PSOE, pierde toda la izquierda.
HAY SOLUCIÓN, HAY PARTIDO. CAMBIO Y REGENERACIÓN